Cómo hacer dibujos a lápiz

El dibujo es la base de todas las disciplinas artísticas plásticas, o bellas artes, tanto para la pintura como para la escultura o la arquitectura, pues a partir del dibujo se visualiza el proyecto que el artista quiere llevar a término. Un simple boceto proporciona las líneas generales de lo que luego se convertirá en una escultura, una pintura, un edificio, un grabado, un tapiz, o un cómic, el llamado noveno arte. Incluso en el cine es frecuente encontrar lo que en inglés se llama storyboards o bocetos en forma de viñetas y esbozos de las escenas que más tarde se filmarán.

Pero en sí mismo el dibujo es un arte muy valioso y atractivo, y existen numerosas obras maestras del dibujo de todos los tiempos, y todos los grandes maestros de la pintura, además de dibujar a lápiz los bocetos de los cuadros que después ejecutarían con técnicas como el óleo, también han dejado para la posteridad grandes dibujos fruto de su genio.

El dibujo es la plasmación directa sobre un papel, u otra superficie similar, de la imagen que se quiere crear, normalmente con un lápiz o lapicero. Para el dibujo el lápiz es la herramienta más simple y la más versátil, la universal. Es un instrumento simple y efectivo, una barra de grafito dentro de otra de madera, al que se le saca punta y se afila para dar un trazo fino, si es eso lo que se busca, o por el contrario, grueso cuando así es necesario.

Si te gusta el dibujo a lápiz, y no sabes muy bien cómo empezar, te vamos a dar a continuación algunas pautas para que sepas cómo hacer dibujos a lápiz.

¿Que necesitas para hacer dibujos a lápiz?

  • Varios lápices de diversa dureza y oscuridad, a ser posible de toda la gama existente
  • Papel de dibujo
  • Goma de borrar
  • Mesa de trabajo

Cómo hacer dibujos a lapiz

Instrucciones para hacer dibujos a lápiz

  1. Clasificación. Los lápices tienen diversas durezas y grosores, desde la calidad muy dura y de trazo claro, hasta el de línea gruesa, más oscura y más blanda. La clasificación más conocida es el de la escala europea, el HB, donde la H representa la dureza, y la B el grado de negrura. El lápiz medio es el HB, y los valores más altos, es decir, los que indican la mayor dureza y claridad de trazo son 9H y 9B. Los números de los lápices de dibujo acostumbran a ser los que van del 6B, que es de trazo bastante blando, a los 8H ó 9H, los más duros. Al dibujar a lápiz, este se inclina más o menos, buscando un efecto que será más oscuro o claro, o más grueso o fino, y eso nos permite jugar con distintos tipos de mina, de lapicero. Para realizar un bosquejo se puede usar cualquier un lápiz con cualquier grado de dureza, pero cuando se repase para terminar el dibujo será más adecuado un lápiz medio o incluso algo duro.
  2. Sombreado básico..Hay varias técnicas de sombreado, comenzando por el básico, hecho en zigzag, el cual puede ser abierto o cerrado, con líneas más juntas o más separadas, o a base de líneas verticales u horizontales paralelas, más unidas o más separadas, con trazos más gruesos o más delgados. Además, sobre una primera trama se puede extender una segunda o una tercera tramas, tanto en zigzag como a base de líneas sueltas, apretando más o menos el lápiz, con lo que se conseguirán sombreados más oscuros o más claros, más tupidos o más ligeros.
  3. Sombreado “Cross Hatching”. Este tipo de sombreado, cuyo nombre significa trama cruzada, se realiza a base de dibujar líneas diagonales sobre el papel, para después dibujar otras tantas diagonales que crucen las anteriores. De acuerdo a la mayor o menor separación de las rayas, se obtendrá una sombra más oscura o más clara. Evidentemente, también se puede jugar con la dureza y ancho de trazo del lápiz.
  4. Sombreado “circulista”. Se trata de dibujar pequeños círculitos que se vayan superponiendo unos sobre otros. Lo importante no es que sean perfectos, sino que se trata de conseguir una sombra a partir del mayor número de ellos, y de que se monten unos sobre otros en mayor o menor cantidad. El número de círculos y la cantidad de presión que hagamos con el lápiz le dará más o menos oscuridad al sombreado. Esta es una técnica muy adecuada para dibujar la piel humana, dado que consigue un aspecto bastante parecido.
  5. Suavizado. A cualquiera de estas técnicas de sombreado se le puede añadir un suavizado o esfuminado, de una forma muy fácil. Sólo tienes que usar un trozo de papel corriente, o de tela fina, o algún útil de dibujo específico para esto, y frotar la sombra creada, como si estuvieses usando una goma de borrar. La sombra se suavizará y se hará algo borrosa, con un color más uniforme.
  6. El claroscuro. Esta técnica se basa en la combinación de las sombras y en los distintos tonos de gris que se le pueden aplicar a estas para producir un efecto de volumen en lo que refleja el dibujo. Para conseguirlo se usan dos formas de trazado, el contraste, en el que el cambio de los tonos es abrupto entre unos y otros, y el degradado, donde los tonos de gris van evolucionando suavemente sin cambios bruscos de tonalidad. El contraste se da en los objetos que tienen aristas -desde el punto de vista de plasmarlos en un dibujo-, de manera que la figura se recorta con nitidez contra el fondo y se producen sombras definidas. El degradado se traza para representar objetos con superficies curvas, o cuando se necesita representar una luz sobre ellos que va perdiendo intensidad, lo que producirá una impresión de mayor o menor cercanía de la fuente de luz que lo ilumina.
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  7. Luces y sombras. Cualquier objeto proyecta una sombra propia cuando es iluminada, una sombra unida al objeto que nos ofrece una imagen de volumen. También están las sombras proyectadas, producidas según el fondo contra el que se sitúan los objetos o que caigan sobre otros objetos. La sombras proyectadas dependerán de la forma que tenga el objeto, de la superficie sobre donde se deslizan las sombras, y de la luz que lo ilumina, de su intensidad y ángulo desde donde se origina esta.
  1. Perspectiva. Trabaja la perspectiva, que es el efecto de lejanía, cuando un objeto se representa con un formato y un fondo que provoca la sensación de que se está alejando respecto a un punto dado. Existen varias técnicas para lograrlo, tales como perspectiva de un punto, de dos puntos, de tres, a vista de pájaro, a vista de gusano. Fundamentalmente, se trata de situar un punto de fuga, o varios, en el centro o en otras zonas, del papel o superficie sobre el que se dibuja, a partir del cual, los objetos se hacen más grandes en relación a otros. Existirán líneas rectas que comienzan separadas y terminan uniéndose en ese o esos puntos de fuga. Utiliza un lápiz suave para los trazos que bosquejan el dibujo y otro más duro y negro para marcar lo que será el dibujo final. Puedes dibujar una equis en el centro, que sería la forma más básica de comenzar. Trazas con el lápìz una equis en el centro y prolongas las rayas que la forman hasta los límites del papel. Tendrás cuatro zonas separadas. Dibuja, sin buscar tonos oscuros ni especialmente claros, postes en las zonas derecha e izquierda, a base de líneas verticales en paralelo y cerrándolas por arriba. Luego, en la zona superior, traza rayas horizontales. La idea es representar el interior de un puente metálico o pasarela cerrados. A partir de aquí puedes dibujar en un lado, por ejemplo, una casa, y en el otro, árboles y plantas, que deberás trazar con un aspecto un tanto alargado para acompasarse con la perspectiva que has creado del puente de hierro. Después puedes practicar con otras técnicas de perspectiva, con dos o más puntos de fuga, para logar efectos visuales más complejos.
  2. Dibuja del natural. Una de las mejores formas de practicar con el dibujo a lápiz es usar como modelo a paisajes, objetos, árboles, plantas, animales y personas reales. Parte de trazar primero las formas básicas, usando lápices suaves, con el fin de fijar los contornos y los bultos principales, para después pasar a los detalles. Procura hacerlo con rapidez, sobre todo si tu modelo es un ser vivo que lo más probable es que se estén moviendo. Después podrás repasar con lápices algo más oscuros y duros para ir definiendo el dibujo final. A la vez necesitarás intentar retener en la memoria la escena y el objeto de tu dibujo. Es importante la retentiva para lograr reflejar en el papel el modelo con fidelidad.
  3. Carboncillo. El lápiz de carboncillo produce trazos muy oscuros y sirve estupendamente para los sombreados y resaltar partes del boceto, una cualidad importante a la hora de hacer dibujos realistas. Es fácil usar el carboncillo para dibujar, pues se difumina con facilidad y se extiende bien, pero hay que tener cuidado, por esas mismas características, porque también es sencillo arruinar el dibujo que estés desarrollando. Existen varios tipos de carboncillo, como los prensados, muy adecuados en el momento de delimitar los detalles.

 

Consejos para hacer dibujos a lápiz

  • Practica el dibujo con toda la gama de lápices, realizando sombras básicas, con rayados y zigzags y después con trazados de mayor complicación. Así conocerás mejor el lápiz como instrumento de dibujo.
  • Es importante que tengas un cuaderno de dibujo, donde irás plasmando los esbozos y pruebas que vas haciendo y mejorando. A la vez, al poderlo llevar contigo a cualquier parte, podrás reealizar dibujos del natural en el momento que quieras o que veas un motivo pictórico interesante.
  • Cuando dibujes, sobre todo rostros y personas o animales, puedes intercalar la prueba del espejo. Pon el dibujo frente al espejo, lo que te permitirá comproban simetrías y tamaños, como que los ojos estén a la misma altura o que las orejas son iguales, por ejemplo.

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